Organización

Cuando todo haya salido bien, dad las gracias a las siguientes personas:

Y ésta es nuestra historia, la verdadera historia.

Aunque también podríamos dicho La Familia, El Sindicato, Los Amigos de los Amigos, o como nos gusta autodefinirnos, Los Muchachos. Como diría el viejo Parker, ese Tarzán urbano salido de la pluma de Richard Stark (o Don Westlake, si ustedes lo prefieren), esta agrupación extraoficial tiene tantos nombres que ya nadie sabe cómo llamarnos.

Así, el Sábado Negro cuenta con una plantilla de expertos, diletantes, grandes maestres, iluminados, rosacruces (y rosacrucianos), masones, teósofos, algún ex-KGB, un par de agentes dobles y triples, un superhéroe que va en chándal (como lo oyen), varias pitonisas y vestales (y una mercenaria retirada), y otros muchos elementos subversivos que se reúnen bajo el signo de algunos astros en conjunción y planean y observan...

Entre estos elementos se encuentra la figura del destilador (aunque esto es una tapadera para ocultar sus lazos con el club Bildelberg) José María Carrancio, que lleva las secciones de Impresión y Propaganda Callejera, y se ha comprometido no dejar fotocopiadora viva hasta que todos los programas y carteles tengan las tonalidades que requiere la ocasión.

El apartado de Logística es el más importante, y para ello el Sábado Negro cuenta con la presencia de Emilio Carrión Tendero (cuyos contactos en los bajos fondos y su capacidad de improvisación están resultando fundamentales en la consecución de nuestros malignos fines) y Amado García Belmonte (un prohombre para todo, venido de Riópar y curtido en la lucha de guerrillas, que aún se pregunta qué diablos tiene que hacer aquí), así como Mari Cruz Hernández Gil (otra bella luchadora por la libertad, pervertida por las artes más oscuras e incondicional de grupúsculos como el nuestro; pieza angular de la luz y la negrura de este aquelarre), Alejandro Salvador Alcantud (una brisa que va y viene y deja tras de sí el tufillo del humo de un Lucky Strike humeando, el sonido de un cadáver al caer al fondo de un pozo aparentemente diminuto en mitad de un campo de pozos aparentemente diminutos) y Alejandro Fernández Díaz (nada ni nadie puede detener al caballero del tenebroso tenderete de libros, tebeos y fanzines; nunca le repliques, nunca le tosas si en algo valoras tu vida, forastero).

Otra parte esencial de este evento la sostienen dos damas a las que bien podemos denominar gigantes (pues a hombros de gigantes se alza el Sábado Negro), las hermanas García Jiménez, Gloria y Alicia, la A y la Z, el ying y yang (que no el Bien y el Mal), dos sumas sacerdotisas de la cerveza fría y el café oscuro y sin azúcar (para mí un cortado con hielo, por favor) que han tenido a bien acoger a esta caterva de indeseables destructivos e inmorales. Tienen buen criterio, estas chicas...

Nuestro particular héroe de barrio es Ricardo González Ortiz, un manitas, un delincuente para la sociedad, un Sherlock Holmes en chándal, un observador nato, una fuente de información privilegiada, y también el Jefe de Audiovisuales del Sábado Negro: Su pasado como doctor de lo oculto y fanzinero es cosa suya...

La Dirección del evento es cosa de Alberto López Aroca, el apuesto (pero taimado y ladino) conversador de la noche, la última ronda de cervezas (la que va después de la última, en realidad) hecha carne, barba y gafas, el mystery man salido de una revista pulp, de quien se rumorea posee en los subterráneos de Albacete un ejército de chimpancés encadenados a máquinas de escribir, y que son los verdaderos responsables de sus obras. (Cosa que tiene toda la pinta de ser cierta...)

El Diseño y apartado gráfico del Sábado Negro corre a cargo de Mortimer, de quien ya se ha hablado por aquí, aunque habría que añadir que su afición por los gatos tiene mucho que ver con su colección de muñequitos vudú (casi todos ellos representaciones de varones y turgentes hembras africanas) y las largas noches en que, en su casa, realiza rituales prohibidos...

La Música Ambiental la pone un DJ místico cuya vida está compuesta por una serie de acertijos engañosos, encerrados en adivinanzas imposibles, encriptadas en misterios irresolubles e indemostrables... Paco Turégano dará vida a los silencios del Sábado Negro con una selección especial, única, personal, intransferible, que elevará a los asistentes al séptimo cielo... tan sólo para dejarlos caer al último círculo del infierno...

El ubicuo e hiperdotado Miguel G. Ventayol (ex colaborador del doctor Fu Manchú, del doctor Mabuse, del doctor Infierno y actual colaborador del doctor Siesta), como hemos dicho en otra parte, está a cargo del Gabinete de Prensa y Comunicación del Sábado Negro, y está inundando los medios con noticias alarmantes sobre la llegada de los autores extraterrestres y cómo piensan invadir la Tierra. Está haciendo un buen trabajo, claramente.

Un equipo único para un evento único e irrepetible (que con suerte, volveremos a realizar el año que viene...)



MIEMBROS Y MIEMBRAS:

José María Carrancio (Impresión)

Emilio Carrión Tendero (Logística)

Alejandro Fernández Díaz (Logística)

Amado García Belmonte (Logística)

Alicia García Jiménez (Cafetería Aqua)

Gloria García Jiménez (Cafetería Aqua)

Ricardo González Ortiz (Audiovisuales)

Alberto López Aroca (Dirección)

Juan Antonio Martínez Sarrión (Diseño)

Paco Turégano (Música)

Miguel Ventayol (Prensa y comunicación)